La isla desierta - Michel Tournier

Esta historia trata, de un hombre llamado Robinsón, que naufragó a la orilla de una isla desierta, se sintió ligero saltando de roca en roca. La isla era muy acogedora, la playa al norte, sus praderas húmedas y en el centro el macizo rocoso.
El pobre Robinsón quería abandonar la isla por que se sentía muy solo para comer. Cogió el cadáver de un macho cabrio. A veces cruzaba la isla para ver si algún barco lo recogía para poder ir a su casa. Siempre se fijaba en el arrecife. Robinsón pensaba que le iban a ir buscarle, hizo una gran hoguera con un árbol muy alto, para que un barco le pudiera ver a varios kilómetros de distancia.

amuleto

Hace mucho tiempo, en la época de los mayas, forjaron un amuleto maldito que aquel que lo encontrara: tendría la suerte de un duende, la fuerza de un gigante, la elegancia de un Pegaso, la habilidad e volar como las águilas y la sabiduría de un viejo sabio.
Mucha gente lo intentaría, pero solo una persona de corazón puro seria capaz de derrotar al guardián de amuleto de pacay.
Hoy en día la historia se ha quedado en leyenda. Aunque hay gente que va al templo a buscar el amuleto. Un día dos padres fueron a buscar el amuleto con su hija, llamada Jessica, cuando entraron en el templo descubrieron que una puerta contenía la historia,
De que solo una persona de corazón puro, seria capaz de vencer al guardián.
Pensaron que si la hija entraba alo mejor vencía al guardián. Cuando la hija entro la dijeron que al final había una cueva de chocolate.
Primero vi. a un duende que le dijo que solo podía pasar si se ponía haciendo el pino mientras que le daba una pista para seguir, la chica hizo la que dijo, la condujo a la siguiente prueba que era la lucha contra el guardián cuando llego vio a un animal muy pequeñito, muy mono y cuco. Pero de repente dijo a donde vas a por el chocolate el monstruo se rió y dijo: aquí no hay chocolate. Entones se dio cuenta que la habían engañado, entonces el monstruo la dejo pasar por que no quería el amuleto.
Cuando vio el amuleto, creyó que era chocolate y se la llevo a su padre pero quedo maldita, y se quedo de guardián por la avaricia de coger el chocolate solo para ella.

Un día, iba por la calle y vi a Jorge, nos saludamos y nos dimos la mano. Cuando nos fuimos a dar una vuelta, recordando viejos tiempos. Cuando nos dimos una vuelta. Sonó el timbre para ir a clase, Luego a la salida del instituto nos fuimos cada uno a nuestra casa para comer. A la hora de taekwondo fuimos juntos, en taekwondo entrenamos juntos. Después de calentar echamos un combate fue muy tranquilo

Pero sin querer nos dimos fuerte a l salida de taekwondo dijo que si nos pegábamos, pero dije que no, el respondió y lo hablamos. Al final lo so lucíamos